MENÚS DE NAVIDAD EN CASA
Principales peligros de los alimentos navideños
En estas fechas más que nunca, es fundamental garantizar la seguridad alimentaria si queremos evitar riesgos innecesarios. Para las fiestas navideñas se preparan platos especiales diferentes y en más cantidad de lo habitual, por lo que, normalmente, acabamos teniendo gran cantidad de sobras y alimentos que no hemos consumido. Desde el IA2 te invitamos a conocer más datos sobre seguridad alimentaria para aplicar en estas fechas. ¿Sabes cómo cocinar el pescado fresco? ¿O quizá habría que congelarlo antes? ¿Y la carne? ¿Es importante envasarla antes de guardarla en el frigorífico? Conoce cómo planificar tus platos navideños.
TOXIINFECCIONES ALIMENTARIAS
Recuerda que las toxiinfecciones alimentarias son enfermedades producidas por la ingestión de alimentos contaminados por microorganismos patógenos o sus toxinas. Es posible que su aspecto, olor y sabor sean normales. Suelen producir trastornos gastrointestinales, tales como dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, a veces acompañados de fiebre. Los alimentos más propensos o de alto riesgo son: carnes, aves, huevos, pescados, mariscos y ensaladas de consumo en crudo; sobre todo sí entre sus ingredientes se encuentran salsas, cremas y natas.
Resulta de gran ayuda planificar con antelación la compra de los alimentos necesarios para elaborar nuestros menús navideños. Para ello, elaborar listas de la compra con las cantidades concretas de los ingredientes precisos, evita que realicemos compras en exceso que al final, nos generan importantes cantidades de alimentos sobrantes y, por lo tanto, también problemas de almacenamiento y conservación.
Pescados y mariscos
Estos alimentos suelen ser los platos estrella de las navidades. Sin embargo, tanto el pescado fresco como el marisco, son dos de los alimentos más perecederos. Ambos deben lavarse antes de su preparación con agua potable.
El pescado fresco presenta un aspecto brillante, carne firme y olor no desagradable. Si hablamos de marisco, el grado de frescura que presente en el momento de la compra es fundamental. Si desprende un olor fuerte y desagradable hay que rechazarlo. Se aconseja que, si la compra del marisco no va a ser inmediata a su consumo, en vez de fresco se adquiera en otro formato que garantice una correcta conservación (congelado, cocido, envasado). Asimismo, si te decides por moluscos bivalvos vivos como como almejas, mejillones, navajas, berberechos, vieiras u ostras, es necesario adquirirlos siempre en establecimientos autorizados y asegurarse de su buen estado antes de su preparación; para ello comprueba que las conchas estén cerradas, o que reaccionen ante la manipulación cerrándose. Además, una vez cocinados las conchas deben abrirse, y de no ser así, no se deben consumir.
PELIGROS BIOLÓGICOS Y QUÍMICOS: ANISAKIS E HISTAMINA.
Uno de los peligros que podemos encontrar en el pescado fresco es Anisakis. Se trata de un parásito de pescados (especies como merluza, gallo, congrio, bacaladilla, etc.) y cefalópodos (como pulpo y calamar, etc.) que proceden de la pesca extractiva (no se encuentra en los productos de la pesca procedentes de la acuicultura). Puede provocar alteraciones digestivas (Anisakiasis), y reacciones alérgicas tras el consumo de estos productos parasitados.
Es clave, para evitar la Anisakiasis:
⌐ Comprar el pescado limpio y sin vísceras.
⌐ En su cocinado, el parásito se destruye cuando se alcanzan los 60ºC de temperatura por lo menos durante un minuto.
⌐ Si el pescado se va a consumir crudo se debe congelar a -20ºC durante al menos 5 días. Las siguientes preparaciones culinarias van a requerir por tanto la congelación previa de los productos:
- Sashimi, sushi, carpachos y otras especialidades a base de pescado crudo.
- Arenques, boquerones, sardinas y otros pescados crudos preparados en vinagre o en salmuera.
- Pescado marinado (ceviche), y pescados marinos que se vayan a ahumar en frío.
También es importante extremar las precauciones para evitar las intoxicaciones por histamina, especialmente con el pescado azul (anchoas, arenques, atún, bonito, caballa, etc.). Se trata de una amina biógena cuya aparición está relacionada con prácticas poco higiénicas en la manipulación y, sobre todo, por una conservación del pescado a temperaturas elevadas durante períodos prolongados de tiempo. Los síntomas que se producen son similares a una reacción alérgica.
Es clave, para evitar la intoxicación por histamina:
⌐ Manipular los pescados de forma higiénica.
⌐ Mantener el pescado en refrigeración en todo momento hasta su preparación o consumo.
Carnes
Otro de los productos más cocinados durante las celebraciones navideñas es la carne. Cuando una carne está en buen estado su superficie es tersa, firme y ligeramente húmeda. Este alimento es muy rico en proteínas y tiene un contenido en agua elevado, lo que la convierte en una candidata idónea para la contaminación y proliferación bacteriana.
La carne debe almacenarse en la parte inferior de la nevera para evitar que los exudados goteen a otros alimentos y protegida para evitar contaminaciones. En refrigeración, la carne cruda puede conservarse entre tres y cinco días, y si se adquiere en envases con atmósfera protectora, su vida útil es mayor, hasta una semana conservando sus características y propiedades.
Hay que tener especial cuidado con los platos elaborados con carne poco cocinada o cruda (tartar de carne, carpacho, etc.), que puede transmitir, entre otros agentes de peligro, Toxoplasma, un parásito cuyo riesgo adquiere especial relevancia en mujeres embarazadas. Respecto a la carne picada, presenta un alto riesgo sanitario por su mayor superficie de contacto con el aire y su elevado grado de manipulación.
Algunas recomendaciones básicas para evitar riesgos si se opta por estas preparaciones:
- Extremar las prácticas higiénicas en su manipulación y preparación.
- No dejar la carne a temperatura ambiente, ni antes ni después de la preparación. La carne picada debe conservarse a 4ºC, entre uno y dos días.
- La carne debe ser fresca y de máxima calidad.
- No reutilizar los líquidos empleados en el marinado de la carne.
- En el cocinado y recalentamiento de grandes piezas de carne (asados y estofados) deben alcanzarse al menos 70ºC en el centro del producto, y mantenerse en caliente (>65ºC) antes de su consumo, evitando que estén durante tiempos prologados a temperatura ambiente.
Salsas caseras
Cuando se trata de acompañar un plato, nos encantan las salsas caseras. Estas se elaboran sobre todo a base de huevo crudo (mayonesa, salsa holandesa, salsa muselina, salsa rosa) por lo que no están exentas de riesgos sanitarios (salmonelosis, principalmente), puesto que requieren gran manipulación para su elaboración y se utilizan ingredientes crudos a los que no se les aplica ningún tratamiento térmico (cocción).
Para evitar riesgos innecesarios, es recomendable mantener los huevos refrigerados hasta la preparación de la salsa. Pueden lavarse justo antes de utilizarlos, así como debemos lavarnos las manos después de tocar la cáscara. No se debe utilizar la cáscara para separar las claras de las yemas. También es aconsejable no cascar los huevos en el mismo recipiente en el que se van a batir las yemas para preparar la salsa. Por último, una vez elaborada la salsa debe consumirse inmediatamente o bien, refrigerarla por un periodo máximo de 24 horas después de su preparación. Además, se debe desechar la salsa restante que no se haya consumido.
Postres navideños
En los postres de Navidad encontramos ingredientes de elevado riesgo sanitario como son la nata o los huevos. Incluso, aunque los postres estén horneados, en muchas ocasiones los adornamos con nata o crema pastelera.
En estos casos deben extremarse las precauciones de higiene en la manipulación, conservar en frío y consumir rápidamente.
¿Cómo conservar la comida que sobra?
Las 5 claves de SEGURIDAD ALIMENTARIA para esta Navidad.
La primera regla importante es mantener los alimentos fuera de la “zona de peligro”, es decir, alejados de temperaturas entre 5ºC y 65ºC, puesto que, en este rango, la proliferación de las bacterias es más probable. En el frigorífico, recuerda colocar los alimentos cocinados en las bandejas superiores y los crudos en la parte inferior.
Si sobra carne, se puede reutilizar para frituras o guisos. Si hablamos de verduras, se pueden preparar salteados o guisos.
Si se prevé que la comida sobrante no se va a consumir en los cuatro días posteriores a su preparación, se recomienda la congelación inmediata. Cuando vuelvas a cocinar las sobras….
▪ Cocción a más de 70°C.
▪ En el horno, nunca a temperaturas inferiores a los 160°C.
▪ En el microondas, se recomienda remover los alimentos a mitad de cocción para eliminar posibles zonas frías.
Las cinco claves para la inocuidad de los alimentos
la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido cinco claves para evitar riesgos en la preparación de los alimentos.
¿Quieres conocerlos?
Haz clic aquí: https://www.who.int/foodsafety/publications/consumer/en/5kys_Spanish.pdf
Con la colaboración de:
Grupo de investigación Análisis y Evaluación de la Seguridad Alimentaria, formado por investigadores de la Universidad de Zaragoza, del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, y de la Fundación Parque Científico Tecnológico Aula Dei.