Alimentando el diálogo. Reto 4: Innovación en Sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios
El primer día del proyecto pensamos en hacer una comida sana y equilibrada que fuese atractiva para los niños y les impulsara a comer saludable. Basándonos en esa idea, la desarrollamos: algo atractivo para los niños es el chocolate, y algo saludable es la fruta, un ejemplo de fruta que combina con el chocolate es la fresa, así que decidimos fusionarlos aumentando su vitamina. El boceto nos quedó fue algo así:
El segundo día trabajando
decidimos centrarnos en los
beneficios del producto, las
mejoras y preparación. Algunas
de las incógnitas que nos hicimos
fueron: ¿Cómo aumentar la
vitamina? ¿Cuál es la mejor opción
de chocolate? ¿Le añadimos
endulzante? Investigamos y nos
auto respondimos, todavía no
sabíamos cómo aumentar la
vitamina y propiedades de las fresas,
pero investigamos sobre el chocolate y encontramos la solución: el chocolate 85%, ya que si aumentábamos el porcentaje sería muy amargo y si lo disminuíamos podría llegar a tener demasiado azúcar como para considerarse saludable.
El tercer día de trabajo ya teníamos el contenido, pero
no el recipiente, y nos centramos en este último, pese
a no tener claro el aumento de vitaminas. Hicimos
una lista de requisitos que debía tener:
Como no se nos ocurría cómo diseñarlo, nos
reservamos la lista para otro día.
» Que sea reciclable, que sea atractivo para los niños, que sea biodegradable»
El cuarto día del proyecto preparamos y grabamos
el vídeo que presentamos.
El quinto día trabajando hicimos una
videollamada con nuestra tutora: Iva
Marqués, quien nos informó, asesoró y
recomendó una serie de cosas
importantes para tener en cuenta a la
hora de hacer el proyecto:
· Nos recomendó un tipo de recipiente
para nuestro alimento y opinó que era
mejor que lo maqueásemos para que
resultara más atractivo a los niños.
· Nos recomendó que buscásemos los valores nutricionales y minerales de cada componente para hacer nuestra propia información nutricional. Además de poner las vitaminas aportadas.
· Para aportar más vitaminas y variar las frutas y aportes de estas nos asesoró hasta que, juntos, llegamos a la conclusión de que una buena idea sería aportarle otras frutas como base al producto.
· También nos informó de las cantidades aproximadas ideales para el producto.
El sexto día pensando en el proyecto fue de absorción de información y organización del trabajo entre los participantes.
El séptimo día de proyecto pensamos sobre las ideas de nuestra tutora:
Nos centramos principalmente en el producto y, después de debatirlo, opinamos que la mejor opción era añadirle una mezcla de arándanos, moras y, no tan seguros, frambuesas, ya que combinan perfectamente con las fresas y el chocolate. Solo nos quedaba el recipiente y ya teníamos varias ideas.
El octavo día trabajando terminamos de pensar e hicimos el boceto del recipiente.
El noveno día de proyecto fuimos a la charla en la que
se trató el tema de las presentaciones. Nos
fuimos habiendo aprendido muchas
cosas de utilidad tanto para el
concurso como para nuestra vida.
El décimo día realizando el proyecto hicimos otra videollamada con Iva Marqués, nuestra tutora, para acordar los detalles del proyecto.
Nos citó para ver el resultado con las últimas mejoras una semana más tarde.
Después discutimos sobre el eslogan y empezamos a planear sobre la presentación del concurso.
El undécimo día trabajando hicimos una tercera videollamada y terminamos la presentación, planeamos la exposición, terminamos de ajustar todos los detalles y preparamos el diálogo. Los siguientes días practicamos y repasamos hasta el día del concurso.